Este verano he tenido la oportunidad de asistir a mi primer gran festival de música: el Rock Werchter 2011. Se trata de una de las grandes citas veraniegas a nivel europeo, tanto por tamaño como por calidad del cartel (probablemente, después de Glastonbury, el más completo, que me perdonen alemanes y fibers). Tras más de tres décadas de andadura, el Rock Werchter reúne cada año en las inmediaciones de esta pequeña localidad belga a decenas de miles de personas dispuestas a ver un buen puñado de conciertos durante un largo fin de semana.
Este post va a dividirse, en realidad, en dos (o los que se tercien, quién sabe). En este primero comentaré lo que me pareció el festival desde un punto de vista más bien funcional (qué supone eso de irse de festival) y dejaré para el siguiente comentar el tema musical.
Como decía, éste era mi primer festival, con lo que a muchas cosas respondía como un niño pequeño que va al parque de atracciones por primera vez: con los ojos abiertos como platos y con la boca entonando un continuo "ohhhhhh". Y es que todo este tinglado tiene unas dimensiones mastodónticas, un colorido brutal, un ambiente permanente de fiesta...
Pero vayamos al grano. Qué es lo primero que hay que hacer para asistir a un festival como el Werchter (al margen de poner tu destino en manos de Ryanair y sus amables empleados para que te lleven a ti y tu maleta no facturada a buen puerto, Charleroi, en este caso). Pues, en primer lugar... ¡preparar el pastón que vale el abono para todos los días! Está claro que no lo regalan (200 €), pero teniendo en cuenta el precio que alcanzan hoy las entradas para ver un concierto de grupos "cabeza de cartel" y nivel medio, sale más que a cuenta. Al margen de que siempre tienes la posibilidad de escuchar nuevos grupos. O grupos a los que, en principio, no irías a ver tocar. Y una vez que tenemos el abono... hay que canjearlo por las típicas pulseritas que te abrirán las puertas del recinto durante los cuatro días (eso sí, estas pulseras no son las del todo incluido; hay que llevar la cartera bien alimentada para pagar las cervecitas).
Y es que, como decía, esto tiene mucho de parque de atracciones... de los de ahora, esos que te hacen pasar por caja cada vez que quieres echarte algo con lo que refrescar el gaznate (salvo que lo colaras en una mochila ya que, a priori, te dejan meter alguna cosa, incluso comida, aunque todo dependía del día y de la arbitrariedad del control de entrada). La logística para hacerse con algo de comida (delicatessen de talla gastronómica como la pizza congelada de champiñones, bocatas de pan con un tranchete dentro, fideos chungos vietnamitas, spaguettis chungos -¿italianos?-...) o bebida (la cerveza del patrocinador de turno) pasaba por comprar unos bonos con los que luego pagar las viandas (2,5€/bono; 1 bono = birra; 2 bonos = bocata de tranchete; 4 bonos = paella chunga... y asín sucesivamente ).
Y, claro, tanto comer y, sobre todo, beber, provoca que el organismo trabaje y siempre llegue ese momento en el que te preguntes "¿dónde estarán los baños en este sitio? ¿los tiene?". Pues sí, los tiene. En las cuatro esquinas del recinto, bajo el claro indicativo "WC". Decenas de cabinas de esas que ves en las obras (o en los campos de refugiados). Sí, sí, letrinas de esas químicas. Toda una experiencia a última hora del día. Y eso que, por aquello de la funcionalidad, estaban habilitados también una especie de abrevaderos para que los chicos (aquellos que no optaban por rellenar su vaso de plástico) se aliviaran. Nos hacemos una idea suficiente, ¿no?
Ello debería dar que pensar, y mucho, a esas personas que se afanan por recoger del suelo todos los vasos de plástico posibles. Y es que por cada 20 vasos te daban una cerveza. Parece una clara estrategia win-win. El recogedor obtiene una birra gratis y el festival limpia un poco el estercolero en que se va convirtiendo el bucólico prado. Ahora entiendo por qué estos grandes festivales se afanan por lograr algún tipo de sello de respeto medioambiental. Al margen de lo que el acontecimiento pueda suponer en terminos de emisiones de CO2 y demás, el lugar en que se celebra el evento va a quedar bastante peor que si Atila y todos sus hunos hubieran pasado por encima cincuenta millones de veces.
Pero hablemos de las instalaciones para lo importante, la música. ¿Cómo de bien se disfrutan (cómo se ve, cómo se oye, cuánto se puede bailar) los conciertos de un Werchter? Bien, de entrada habría que señalar que el festival cuenta con dos escenarios: el main stage, donde tocan los cabezas de cartel y la pirámide, destinada a propuestas más minoritarias. Por lo que al escenario principal se refiere, todo serían cosas positivas. Tan grande como el de cualquier festival homólogo, y con dos gigantescas pantallas de video a los lados para no perder detalle de las actuaciones, aunque te encuentres al fondo (o aunque tengas delante un maromo de dos metros, que será fácil dado que a todos estos nórdicos se ve que les daban dos!). ¿Y el sonido? Para mi sorprendente, de una calidad, en términos generales, muy, muy alta. Teniendo en cuenta que estamos en un enorme espacio abierto y al aire libre. Cualquier concierto de estadio o pabellón en España ofrece una calidad de sonido peor, al margen de pasada de decibelios (en Werchter lo limitan a 103Db).
Por lo que a la pirámide se refiere, el tema es bien distinto. Se trata de un escenario pequeño, que se localiza bajo una carpa como la de los circos (si no estuviera cubierto, está tan cerca del escenario principal que se solaparía el sonido), lo cual plantea dos problemas evidentes. Por un lado la del aforo, muy, muy limitado (unas 2.500 personas, siendo generoso), de modo que o vas con tiempo o es difícil entrar. Y fuera no ves nada, aunque hay una pantalla gigante, pero no es lo mismo (y se oye fatal porque se solapa el sonido con el del escenario principal). Dentro, el sonido deja bastante que desear ya que hay que dar bastante potencia (para lo pequeño del recinto) para sobreponerse al main stage, y se producen muchas distorsiones por las propias características de la carpa. Una pena, porque es un escenario muy íntimo donde ves verdaderamente cerca a los artistas.
Finalmente, queda el tema logístico de dónde quedarse durante los días de festival. La opción clásica y evidente es allí mismo, en alguna de las macro zonas de camping habilitadas, junto con miles de festivaleros. Esta opción conlleva el tener espalda y ganas para dormir en una tienda de campaña con un clima que puede estar pasado por agua y que, en todo caso, es más bien fresquito por las noches. Y conlleva no tener un sentido de la higiene demasiado elevado, no ya por el tema de ducharse y los baños, que también, sino porque esas zonas normalmente son el plácido hogar de las vacas (estabuladas al lado durante el festival), sus chinches y demás fauna.
Si eres un festivalero de corte más bien burgués, probablemente prefieras optar por alquilar un apartamento o, directamente, ir a un hostal/hotel. El núcleo de población más propicio para ello sería, en principio, la universitario Leuven, que en verano cuenta con un amplio stock de habitaciones y apartamento vacíos. Aunque los propietarios aprovechan para hacer su agosto los días de festival. Así que, como para desplazarte al festival tendrás que usar coche (el bus funciona fatal, especialmente para volver por la noche) y Bélgica es tan pequeña (hay gente que iba y venía desde Holanda o Alemania) puedes ampliar el radio de acción. Una buena recomendación: Mechelen. Aunque ten en cuenta que el coche lo aparcarás en el parking (cuando digo parking me refiero a un prado gigantesco donde te cobran 15€ por dejar el coche durante los cuatro días) más alejado (A5), al venir por la carretera de Haacht, y eso son 20 minutos andando hasta el festival. Así que te puedes ahorrar los 15€ y dejarlo en el pueblo, si es que encuentras sitio, claro.
!Hala! ¡A disfrutar de festival en buena compañía!
Ello debería dar que pensar, y mucho, a esas personas que se afanan por recoger del suelo todos los vasos de plástico posibles. Y es que por cada 20 vasos te daban una cerveza. Parece una clara estrategia win-win. El recogedor obtiene una birra gratis y el festival limpia un poco el estercolero en que se va convirtiendo el bucólico prado. Ahora entiendo por qué estos grandes festivales se afanan por lograr algún tipo de sello de respeto medioambiental. Al margen de lo que el acontecimiento pueda suponer en terminos de emisiones de CO2 y demás, el lugar en que se celebra el evento va a quedar bastante peor que si Atila y todos sus hunos hubieran pasado por encima cincuenta millones de veces.
Pero hablemos de las instalaciones para lo importante, la música. ¿Cómo de bien se disfrutan (cómo se ve, cómo se oye, cuánto se puede bailar) los conciertos de un Werchter? Bien, de entrada habría que señalar que el festival cuenta con dos escenarios: el main stage, donde tocan los cabezas de cartel y la pirámide, destinada a propuestas más minoritarias. Por lo que al escenario principal se refiere, todo serían cosas positivas. Tan grande como el de cualquier festival homólogo, y con dos gigantescas pantallas de video a los lados para no perder detalle de las actuaciones, aunque te encuentres al fondo (o aunque tengas delante un maromo de dos metros, que será fácil dado que a todos estos nórdicos se ve que les daban dos!). ¿Y el sonido? Para mi sorprendente, de una calidad, en términos generales, muy, muy alta. Teniendo en cuenta que estamos en un enorme espacio abierto y al aire libre. Cualquier concierto de estadio o pabellón en España ofrece una calidad de sonido peor, al margen de pasada de decibelios (en Werchter lo limitan a 103Db).
Por lo que a la pirámide se refiere, el tema es bien distinto. Se trata de un escenario pequeño, que se localiza bajo una carpa como la de los circos (si no estuviera cubierto, está tan cerca del escenario principal que se solaparía el sonido), lo cual plantea dos problemas evidentes. Por un lado la del aforo, muy, muy limitado (unas 2.500 personas, siendo generoso), de modo que o vas con tiempo o es difícil entrar. Y fuera no ves nada, aunque hay una pantalla gigante, pero no es lo mismo (y se oye fatal porque se solapa el sonido con el del escenario principal). Dentro, el sonido deja bastante que desear ya que hay que dar bastante potencia (para lo pequeño del recinto) para sobreponerse al main stage, y se producen muchas distorsiones por las propias características de la carpa. Una pena, porque es un escenario muy íntimo donde ves verdaderamente cerca a los artistas.
Finalmente, queda el tema logístico de dónde quedarse durante los días de festival. La opción clásica y evidente es allí mismo, en alguna de las macro zonas de camping habilitadas, junto con miles de festivaleros. Esta opción conlleva el tener espalda y ganas para dormir en una tienda de campaña con un clima que puede estar pasado por agua y que, en todo caso, es más bien fresquito por las noches. Y conlleva no tener un sentido de la higiene demasiado elevado, no ya por el tema de ducharse y los baños, que también, sino porque esas zonas normalmente son el plácido hogar de las vacas (estabuladas al lado durante el festival), sus chinches y demás fauna.
Si eres un festivalero de corte más bien burgués, probablemente prefieras optar por alquilar un apartamento o, directamente, ir a un hostal/hotel. El núcleo de población más propicio para ello sería, en principio, la universitario Leuven, que en verano cuenta con un amplio stock de habitaciones y apartamento vacíos. Aunque los propietarios aprovechan para hacer su agosto los días de festival. Así que, como para desplazarte al festival tendrás que usar coche (el bus funciona fatal, especialmente para volver por la noche) y Bélgica es tan pequeña (hay gente que iba y venía desde Holanda o Alemania) puedes ampliar el radio de acción. Una buena recomendación: Mechelen. Aunque ten en cuenta que el coche lo aparcarás en el parking (cuando digo parking me refiero a un prado gigantesco donde te cobran 15€ por dejar el coche durante los cuatro días) más alejado (A5), al venir por la carretera de Haacht, y eso son 20 minutos andando hasta el festival. Así que te puedes ahorrar los 15€ y dejarlo en el pueblo, si es que encuentras sitio, claro.
!Hala! ¡A disfrutar de festival en buena compañía!
¡Tenía muchas ganas de que publicaras algún post sobre el werchter!
ResponderEliminarEn cuanto a la logística voy a hacer algún comentario....
También para mi era el primer festival y reconozco que empezar con uno de estas dimensiones....impresiona!!!
Yo diferenciaria lo mejor y lo peor del festival:
Lo mejor:
Para mi ha tenido un monton de cosas buenas, creo que nos lo hemos montado muy bien alojados en un hotel y alquilando nuestro coche, porque hemos ido descansados y duchados (algo de lo que carecía la gente por allí) y hemos tenido libertad de movimiento. El sonido ha sido espectacular, en el escenario principal yo estaba sorprendida porque era muy bueno y con una potencia suficiente como para escucharse en todo el recinto y sin hacer nada de daño a los oidos.Y, lo mejor de todo, he disfrutado mucho con los conciertos que vimos, el concepto en si me gusta, porque vale un pastón, 200 euros del ala, pero es lo que tu dices ya ver a alguno de estos cabeza de cartel te vale casi la mitad del abono y a cambio he tenido la oportunidad de ver a otros grupos por los que a priori no pagaría pero con los que he disfrutado muchisimo,porque tienen un directo muy bueno.Otra gran ventaja que le he visto al festival es que como hay tanta gente que duerme (o malduerme) en los camping y está por alli todo el dia, estan en el recinto del festival un poco por estar, con lo cual algo que en un concierto especifico con 80.000-100.000 personas te llevaria horas de cola y espera, como es estar cerca del escenario, aqui es relativamente fácil.
Pero no todo ha sido bueno.....
Lo primero de todo, la cantidad de basura que genera un evento de estas caracteristicas es brutal, algo que en el primer dia eran unos bucólicos valles todos verdecitos, el segundo dia tenia uno olor que por zonas era hasta nauseabundo (lo juro) en el suelo se mezclaban los restos de cerveza con comida (por llamar de alguna manera a aquello que llamaban pizza o pasta :))y todo fermentaba...y era .....vamos un placer para los sentidos, todo ello con plasticos, papeles y demas basura por todo el suelo, vamos que antes de ir a un festival no comprendía por qué desde las asociaciones ecologistas se rechazan estos eventos en según que sitios ( Gredos por ejemplo)vamos, no solo lo entiendo sino que lo comparto.
Y el otro gran problema para mi, eran los baños, no hace falta que describa como era el asunto pero, vamos yo que no voy de camping porque para mi eso no son vacaciones y prefiero quedarme en casa que la tenemos muy limpita y recogidita.....sabía tirarme horas sin beber porque no me entraran ganas de tener que usarlos :-D!!! porque vale yo entiendo que no van a montar una super estructura para tantisima gente, pero jobar que se trata de algo que no es nuevo y lleva celebrandose 30 años o mas...podian tener algo ideado....( de todas formas a la gente no tenia pinta de preocuparle el asunto porque algunos iban un poco pasadetes......)
De todas formas y ya para terminar, puedo decir que el Festival me ha gustado mucho, he visto bastante musica de calidad en directo y sobre todo...¡¡me lo he pasado muy bien y he disfrutado de la buena compañía !!
La verdad que ha sido una experiencia estupenda, aunque es verdad que el tema de la basura (o mierda, en román paladino) era una pasada. Ni de coña comería carne o bebería leche de las vacas que, nada más desmontar el chiringuito, se iban a poner a triscar por allí... ríete de lo de Fukushima! :D Bromas aparte, me gustaría saber cómo se puede minimizar un impacto medioambiental así.
ResponderEliminarEn fin, a ver qué te parecen los post restantes!
Grandes serie de posts ! Werchter ? Quién ha ido al Werchter ? :P
ResponderEliminarPues sí, yo que en los últimos años he sido bastante festivalero ... de este Werchter, me quedo con la COMPAÑÍA (y con Brandon Flowers, sin duda) !!! :P
El sonido, de lo mejorcito.
El cartel, flojito. Mirad por dios el cartel del 2009 - http://2009.rockwerchter.be/en/lineup/index.aspx.html
Si es que estaban todos ! Absolutamente todos ! Y, claro, yo me las prometía muy felices ...
Y, aunque no llegó al punto de pensar que no había valido la pena el tiempo, el dinero y pedir días de vacaciones para esto ... Cuando en un festival te unen a Portishead con Coldplay (o con cualquiera); a Linkin Park con los Chemical Brothers o a Iron Maiden con los Black Eyed Peas ... algo se está haciendo mal !
Creo que esto ya no es para mí ... me retiro con Glastonbury 2013 !
Hay que reconocer que el cartel de esa edición era brutal, aunque ya presentaba una heterogeneidad del carajo. Eso sí, ponerte los Killers antes de Coldplay es la releche! (y, por favor, díme que viste a Nick Cave y las Bad Seeds, y no la alternativa perra :P )
ResponderEliminarGlastonbury 2013... qué lejos queda! Lowcost 2012! ;)